Estamos en octubre y hace un calor poco normal. Estamos en octubre y las vacaciones quedan lejos, para algunas personas las vacaciones quedan muy lejos desde siempre.
De hecho, en el grupo Encuentro, que reúne a personas con experiencia de pobreza para pensar el mundo y actuar contra el aislamiento y contra la exclusión, decimos claramente que la pobreza no toma vacaciones. La pobreza persistente te enreda la cabeza con todos sus problemas y difíciles soluciones, con el dinero que no da más de sí, el teléfono empeñado, el dinero prestado, las facturas acumuladas, la comida, los niños, el calor. Tanto es así que muchas veces las cartas se acumulan sin abrir, la pobreza no puede más, es mejor no saber.
Pero desde hace años, en grupo, luchamos por el derecho al descanso y a las vacaciones. Luchamos por poder cambiar de aires, salir de la rutina de los problemas, por disfrutar de paisajes, de personas que no nos juzgan, de un baño en un río, de un café en la plaza de un pueblo espectacular. Este año hemos salido en varios grupos a casas rurales o de amigos. Hemos tenido salidas de cuatro días y excursiones de un solo día a la sierra. El objetivo era el mismo, crear las condiciones para poder disfrutar del descanso, para afrontar la vida y sus dificultades con energías renovadas.
Este año ha sido posible movilizar tres grupos y cerca de 15 personas han podido pasar varios días fuera de Madrid y de las rutinas que nos aíslan. Parece sencillo, pero es muy difícil poder olvidar las deudas, la falta de dinero, el desahucio inminente… tantas y tantas cosas que vienen con nuestras vidas y atrapan. Juntas aprendemos a preparar las cosas con tiempo, a tener en cuenta detalles que permiten a las personas afrontar dos días de descanso más liberadas; cuestiones materiales, como que se tenga dinero o tabaco; cuestiones de relación, que hayamos creado relaciones de confianza; cuestiones logísticas, para que cada cual pueda disfrutar a pesar de todas las limitaciones físicas que tengamos.
En el grupo Encuentro seguiremos todo el año reforzando nuestra lucha común contra la extrema
pobreza y sus consecuencias, por movilizar a vecinas y vecinos que están todavía abatidos, por defender todos los derechos que se niegan a las personas pobres, incluso el derecho al descanso, a descansar de la pobreza, a descansar de los problemas. Seguiremos luchando por defender que se reconozcan todos los derechos.



