¡¡Nuestros mejores deseos para estas fiestas y para el 2024!!

Hace apenas dos días, en la Universidad Popular Cuarto Mundo, cerca de cuarenta personas preparábamos nuestra reflexión sobre la “participación en la sociedad”. ¿Realmente las personas más pobres contribuyen a transformar nuestra sociedad, nuestras asociaciones y colectivos, nuestro espacio común? ¿Contribuyen solo desde el sufrimiento y la frustración?

A Manuel le han desahuciado de su vivienda social y vive en la calle desde hace tres meses. A pesar de tener una situación de vulnerabilidad extrema y tener contacto con servicios sociales no ha sido capaz de encontrar una solución a su situación. Julia y su familia tienen una orden de expulsión de la vivienda en la que residen, desde hace nueve años han sufrido siete desahucios, su salud es muy frágil y en su casa hay menores y personas con discapacidad. A Miguel y sus hermanos les han “propuesto” ir a un centro de menores si no son capaces de mantener un compromiso regular de participación en la escuela y en otras actividades sociales como ATD Cuarto Mundo.

Cuando preguntamos a estas personas cuál es su contribución a la sociedad responden “salgo de casa para mejorar mi vida porque esto es un desastre, otra contribución no puedo hacer porque no tengo nada prácticamente. No aporto mucho a la sociedad porque no tengo como poder contribuir”.

Los diferentes espacios que proponemos desde ATD Cuarto Mundo, sean la Biblioteca de Calle, la Oficina Jurídica, los grupos Tapori, el Cruce de Saberes, los grupos de jóvenes o la Universidad Popular están pensados como una invitación a un compromiso que cambia la sociedad, una invitación a contribuir con el conocimiento de la experiencia de pobreza, a reconocer su movilización, lo que dan, lo que tienen entre manos…

Dani dice “tenemos necesidad de participación porque la participación está muy lejos, porque no hemos sido invitados”. “Aquí, en Cuarto Mundo, hemos sido invitados a participar para poder integrarnos en un sistema que nos exige una forma de vivir y de comportarnos”. “Cuarto Mundo es una puerta abierta en una sociedad cerrada”.

En las diferentes mediaciones institucionales que hacemos somos testigos de la dificultad para “invitar” a las personas en situación de pobreza, invitarles a participar en el derecho, en la escuela, en el ocio, en la vivienda, en el conocimiento. A pesar de siete desahucios, de dos años sin escuela con 14 años, de vivir en la calle… se les dice que no hacen lo suficiente para merecerse los derechos que se prestan.

Este año, en ATD Cuarto Mundo, vamos a revisar nuestras acciones a la luz de esta exigencia, ¿contribuyen las personas más pobres a construir una sociedad más abierta? ¿Cómo? Porque es fundamental que contribuyan con su inteligencia, su resistencia y su solidaridad y no con su dolor y sufrimiento.

Ayúdanos a ser una puerta abierta a una sociedad más abierta.

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