El pasado día 17 de febrero, abordamos la cuestión de la responsabilidad de la sociedad ante la pobreza infantil que rompe vidas, que separa familias, que aísla y excluye de la escuela. Un grupo de jóvenes que tienen experiencia de pobreza y de comprometerse contra ella, “jóvenes en lucha”, nos decían:

“Hoy vamos a hablar de la pobreza infantil porque la hemos vivido. Creemos que puede servir para que quienes no han pasado por esto lo entiendan mejor y para que se busquen soluciones a la pobreza infantil que no sea solamente que te quiten a tu hijo.

En grupo hemos tomado tiempo para preparar. No solemos hablar de la pobreza porque en realidad no se le da importancia. Aquí lo hacemos porque sabemos que no se nos va a juzgar y porque no sentimos vergüenza.

La pobreza infantil para nosotros empieza cuando te tratan distinto y no sabes por qué. Incluso de pequeñas no siempre nos damos cuenta. No es que se nos llame pobres por la calle o eso, pero sí sentimos que les damos asco que nos critican o algo así.

Durante meses uno de nosotros fue a clase con los zapatos rotos. Los profesores hablaron entre sí y llamaron a su madre para decirle que si eso continuaba así iban a llamar a servicios sociales. Entendemos que en la escuela a veces se preocupen por nosotros, pero meter miedo a nuestros padres no creemos que sea la solución.

Como niños y niñas muchas veces hemos terminado echando la culpa a nuestros padres y madres de las dificultades que vivíamos aunque sabemos que son pensamientos egoístas. Ahora somos jóvenes. No es fácil decir cuándo se deja la infancia atrás. Pensamos que en realidad es cuando se asumen responsabilidades que no son propias de niños o niñas. En realidad vemos que cuando se empieza a ver los problemas se nos hace responsable de lo que hacemos o de lo que pasa.

Pero no pensamos que un niño o una niña de doce años, por ejemplo, sea responsable de lo que hace, porque cuando al final vives con muchos problemas en tu casa o en tu entorno terminas reaccionando a ellos”.

Necesitamos de más jóvenes para continuar y hacer visible la lucha diaria contra la pobreza.

Si quieres leer la contribución entera; descárgate el siguiente documento: