El pasado 10 de diciembre, Día de los Derechos Humanos, diferentes personas y colectivos comprometidos por el derecho a la vivienda se movilizaron para escuchar la palabra de quienes sufren la vulneración de este derecho y de todos los demás que se ven comprometidos cuando no se tiene una vivienda digna.

Durante varias semanas muchas personas afectadas se reunieron en Parla para arrancar palabras a sus preocupaciones diarias respecto a la vivienda. Tuvieron que dejar a un lado la rabia, los miedos y sufrimientos para decir alto y claro que no puede haber viviendas tapiadas y gente en la calle, que no se trata solo de una cuestión de casas, sino de dignidad, de una comunidad que no vuelve la cara, que no estigmatiza, que no crea guetos y que busca la manera de proteger a todos sus miembros. Se habló de leyes de vivienda, de protección a las niñas y niños, de alquileres sociales, de reconocimiento de derechos.

No fue una celebración tranquila, había crispación, tuvimos que trabajar para hacer silencio y escucharnos, pero estuvimos allí, estuvieron allí, leyendo sus vidas, haciendo existir su lucha diaria junto a otras luchas de la comunidad: por el derecho a la salud, a pensiones dignas, a un transporte decente, por una vivienda digna.

Os dejamos aquí los textos que se leyeron y que reflejan la vida y aspiraciones de muchas personas a quienes negamos el derecho a una vivienda.

Agradecer a los colectivos y personas afectadas que trabajaron estos textos: familias afectadas de la calle Fuenlabrada 75, personas en situación de calle de Parla, activistas del colectivo PAH (oficial) y la asociación Parla Cuida.