En el curso 2022-2023 el equipo Tapori Madrid nos enfrentábamos a dos grandes retos: iniciar un nuevo grupo en Parla (que se sumaba a los de Entrevías y Ventilla) y continuar dando pasos hacia lo que queremos que sea esta dinámica: una acción que fomente que las niñas y niños sean agentes de cambio.

Este curso hemos reflexionado en grupo sobre los tesoros que cada niño y niña tiene en su vida y cómo ellas mismas, así como las personas que les rodean y los conocimientos que les transmiten, constituyen tesoros de valor incalculable.

También hemos tomado tiempo para hablar de sus barrios, generalmente percibidos por la gente de fuera como peligrosos, sucios o indeseables, y de las injusticias que como niños y niñas viven cada día. Una de las partes más complicadas, pero al mismo tiempo más importantes de este curso ha sido que sientan que, desde la infancia que viven, pueden hacer cosas para cambiar lo que no les gusta, que tienen herramientas y una voz que debe ser escuchada. Incluso siendo personas adultas a veces es complicado sentir que tenemos un papel que jugar, así que es especialmente importante motivar desde la infancia a alzar la voz, a expresarse y a escuchar a quienes tenemos alrededor.

Los grupos Tapori permiten dar los primeros pasos para verse como niñas y niños críticos, que eligen cómo hablan de su barrio y desde dónde ven a su familia, que le dan valor a juntarse a pensar y jugar con otros niños y niñas y que encuentran en su sensibilidad un instrumento muy potente para mejorar las cosas.

“La gente dice que para hacer las cosas se tiene que utilizar el corazón y el amor. Yo pienso que el amor no solo tiene que ver con el corazón, también con el cerebro, porque tienes que pensar mucho cómo utilizas ese amor” (Tapori Entrevías)