Para nuestro grupo de jóvenes de ATD Cuarto Mundo las vacaciones siempre son una oportunidad para para hacer actividades que nos ayuden a salir de la rutina.
Por eso, el pasado mes de diciembre nos pusimos en contacto con la Asociación Social Combativa (ASC) para realizar un taller de boxeo de cuatro días en su local .
Llegar cada día hasta Vallecas supuso todo un reto para quienes venían de más lejos, debido a la distancia y los trasbordos. Antes de ponernos vendas y enfundarnos los guantes ya habían vivido toda una aventura. Otros, que viven en el barrio, tuvieron más suerte y pudieron esperarnos tranquilamente comiendo unas pipas.
Fueron cuatro días intensos en los que nos cansamos un montón. Richard, compañero de la ASC, no tuvo piedad ninguna y casi desde que atravesamos la puerta nos puso a saltar a la comba y se ocupó en intentar perfeccionar nuestros puñetazos. Al principio, entre resoplidos, pensamos que sería imposible, pero día tras día, a medida que las y los jóvenes repetían, con disciplina autoimpuesta, disfrute, y la satisfacción del cansancio, los imposibles iniciales se convirtieron en pequeños logros conseguidos.



El boxeo tiene esto, el empuje de la cercanía y de lo físico, y en algunos ejercicios nos vimos las caras más cerca de lo acostumbrado. Practicamos por parejas y compartimos esfuerzos y sudores que lo mismo son de uno que son de otro.
Richard, con su actitud y experiencia, nos trasmitió, contrariamente a lo que muchas personas creen, que el boxeo es un deporte que requiere humildad y esfuerzo, y que no debe ser en ningún caso una excusa para dejar correr la violencia. Fueron unos días fantásticos, en los que fortalecimos brazos y lazos y nos llevamos nuevos amigos. Tanto nos marcó que varios jóvenes nos recuerdan cada semana su interés para, en unos meses, cuando haya una plaza libre, poder lograr una plaza en la ASC y poder seguir entrenando.