Seguimos avanzando en la campaña Tapori de este curso. Y, para ello, desde nuestra mirada de agentes de cambio, la primera pregunta que debemos hacernos es: ¿qué es una injusticia? Es importante aprender a diferenciar entre las cosas que simplemente nos molestan de las que realmente constituyen una injusticia que no podemos ni debemos tolerar y ante las que debemos movilizarnos para que nadie las sufra nuestro alrededor.

Para que cada grupo Tapori pueda elegir las injusticias que les parecen prioritarias Tapori Internacional propone la creación de una brújula. Esta brújula guiará a cada grupo en su camino durante el resto de esta campaña.

Como niñas o niños nos molestan muchas cosas: “que nos pongan muchos deberes, que perdamos cuando jugamos a algo, que nos desaparezcan cosas que llevamos al colegio…”. Pero cuando tenemos que pensar en nuestro día a día y en lo que de verdad es una injusticia debemos ir más allá y pensar en lo que vive la infancia en cualquier parte del mundo. Entonces la cosa se complica.

Se necesita imaginación y muchas herramientas de animación para lograr que en los grupos Tapori cada cual pueda expresarse, para que los demás escuchen y para que las personas adultas entiendan lo que están diciendo.

Muchos de los juegos que utilizamos nos permiten escuchar las diferentes injusticias, explicarlas, intentar ver qué tienen en común o si se pueden ordenar por categorías. Uno de los juegos que hemos creado y que nos ayudan en esta tarea es, inspirado en el conocido juego de mesa, el ¿Quién es quién de las injusticias? Ponerlo en práctica ha permitido que cada grupo Tapori juegue y pase un tiempo divertido a partir de un tema difícil de abordar.

Pero además de divertirnos trabajamos la concentración y la escucha. Mediante juegos experimentamos el hecho de guardar silencio con dinámicas en las que estar atentas a cualquier ruido es fundamental. Estos momentos permiten crear un ambiente de grupo y de escucha que facilitan el trabajo conjunto.

También es clave dar el paso para pasar de lo individual a lo colectivo. Así, primero hay tiempo para el trabajo individual, pensando y escribiendo todo lo que les parece una injusticia, todo lo que les viene a la mente cuando piensan en esa palabra. Después las compartimos con el grupo y decidimos conjuntamente si en verdad hemos entendido qué es una injusticia. Esta dinámica facilita el aprendizaje de la escucha, de la transmisión del pensamiento propio y la toma de decisiones respetando la individualidad.

Trabajando con emoticonos, que nos permitían expresar con una imagen las opiniones, al final se llegó a la decisión grupal de que:

– NO ES INJUSTICIA, aunque lo parezca, algo que nos molesta pero que si le pasa a otra/o niño/a que no conocemos en otra parte del mundo, nos da igual o al menos no nos duele tanto.

– INJUSTICIA es algo que cuando pensamos realmente en ello nos parece intolerable independientemente de a quien le pase.

No ha sido tarea fácil, pero ya casi todos los grupos Tapori están listos para crear la brújula que les guiará en el comprometido camino de pasar a ser Agente de Cambio.