En el año 2017, miles de personas sumaron sus voces y su compromiso para decir alto y claro «¡Pobreza Nunca Más!«. No queremos seguir permitiendo la violencia, el silencio, el desprecio encerrados tras estas realidades, desgraciadamente existentes en todos los países del mundo.
Cerrando el año, la Fundación del Español Urgente escogió la palabra «aporofobia» como palabra del año. Este término fue puesto en circulación por Adela Cortina en los años 90 para señalar el odio o la aversión a quienes viven en pobreza. Coincidimos con el señalamiento que se hace al explicar esta elección sobre «la importancia de poner nombre a las cosas para hacerlas visibles. Si no lo tienen, esas realidades no existen o quedan difuminadas. No se pueden defender o denunciar.»
De hecho, en ATD Cuarto Mundo Francia se lanzó una iniciativa similar en 2016 para visibilizar la realidad de rechazo que viven quienes sufren la pobreza. No hay más que ver este vídeo para evidenciar la necesidad de poner palabras a una dimensión hasta ahora casi siempre oculta.
«No nos quieren en ninguna parte», hemos escuchado muchas veces de familias a las que hemos acompañado en las expulsiones que han sufrido de diferentes barrios y municipios. «Nos tratan peor que a perros», se escuchaba en diferentes idiomas y momentos durante el trabajo de investigación «La miseria es violencia» que realizó ATD Cuarto Mundo Internacional hace pocos años.
«Lo más terrible de vivir en la miseria es el desprecio, que te traten como si no valieras nada, que te miren con asco, con miedo y hasta que te traten como a un enemigo. Nosotros y nuestros hijos vivimos eso a diario, eso nos hace daño, nos humilla y nos hace vivir con miedo y vergüenza.»
Porque la aporofobia es otra dimensión más de la violencia que sufren quienes viven en mayor pobreza. No es sólo un rechazo personal, cara a cara, sino que se manifiesta también a través del encierro en la mera supervivienca, del no reconocimiento de derechos, de proyectos no adecuados a sus verdaderas necesidades, de un silencio que oculta, oprime y culpabiliza a quién vive en condiciones más difíciles para evitar así una transformación real de nuestras sociedades.
Es fundamental denunciar esto. Quienes sufren la violencia y el rechazo que conlleva la pobreza son especialistas en resistir, en decir «No», pese a todas las dificultades que enfrentan, a esa espiral social de destrucción que les golpea día a día. De esa resistencia nace el grito de «¡Pobreza Nunca Más!» que hemos sostenido a lo largo de todo el 2017.
Pero también tenemos que dar un paso adelante. Por eso en el 2018 apostamos por construir también un «¡Sí!» firme y colectivo. Sí a la dignidad, si al reconocimiento de la palabra y la inteligencia que toda persona sin excepción tiene, sí a los derechos humanos, incluyendo los derechos sociales, económicos y culturales, como base de nuestra sociedad.
Hace unos años, durante el proceso de evaluación-programación que nos ha guiado en estos últimos años como ATD Cuarto Mundo España, una militante nos señaló un objetivo claro: «hay que formalizar la esperanza». En ese empeño seguimos, y en él queremos poner el foco para el nuevo año: necesitamos dar pasos concretos que nos permitan vislumbrar como posible una vida digna para todas y todos sin dejar a nadie atrás. Cada encuentro, cada acción, cada proyecto en esta dirección será una semilla de esta esperanza que queremos fortalecer para que de buen fruto.
En el camino os esperamos. Tenemos que hacerlo en común, no hay otra opción. Un camino de resistencia, mirando al horizonte de la dignidad y la esperanza, al mismo tiempo que pendientes de no dejar a nadie atrás.
¡A por el 2018!