En estos próximos días elegiremos a quiénes se encargarán de desarrollar políticas fundamentales: vivienda, servicios sociales, residuos, etc. Pero más allá de los resultados, creemos que lo fundamental es asumir que es a partir del día después de las elecciones cuando toca seguir apostando por que quienes viven en pobreza puedan de verdad ser tomados en cuenta y participar en la construcción de alternativas para que todas las personas, sin excepción, podamos tener una Vida Digna.
En nuestro esfuerzo por conseguir hacer visibles las aportaciones de quienes viven en más dificultad, hemos estado trabajando en los últimos meses en dos temas centrales: el de las Rentas para una Vida Digna y el de Vivienda Digna para todas las personas. Fruto de muchas horas de reflexión, diálogo y acción conjunta, os compartimos ahora dos documentos: el «Manifiesto por una Renta Digna» y algunos «Retos y Cuestiones sobre Vivienda Digna«.
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Manifiesto POR UNA RENTA DIGNA
Movimiento ATD Cuarto Mundo
Este MANIFIESTO ha sido elaborado conjuntamente entre personas que viven situaciones de pobreza y exclusión, y otras que no las viven pero que son solidarias con sus luchas, desde la convicción de que no es posible hablar y pensar sobre este tipo de dispositivos sin las personas directamente afectadas por ellos.
“Nada para nosotros sin nosotros”
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Constatamos que:
– Las cuantías de las ayudas no son suficientes para cumplir con su finalidad, ya que proporcionan una cobertura insuficiente de las necesidades, lo que termina perpetuando una relación de dependencia con la administración y otras instituciones de caridad.
– Los trámites administrativos son complejos y muy largos. Hay falta de información clara sobre todos estos dispositivos.
– El control que se hace en el seguimiento de la RMI resulta hiriente para muchas personas, que llegan a sentir una pérdida de intimidad.
– Es frecuente la impresión de que conseguir apoyo para tramitar los documentos del expediente depende del humor o de la relación que tengas con el trabajador/a social correspondiente.
– Un gran número de personas que se encuentran en una situación habitacional precaria o incluso de calle encuentran dificultades para empadronarse, por lo que no pueden solicitar estas ayudas.
Por ello proponemos:
1. Recuperar la noción de derecho en su puesta en marcha. No es posible mejorar y avanzar en la vida cuando constantemente tienes que mostrarte y demostrarte como marginado para que te ayuden. Al mismo tiempo, es necesaria una revisión urgente de la cuantía de estas ayudas para que permitan a los perceptores vivir con dignidad.
2. Agilizar los trámites y simplificar el excesivo papeleo que se exige en la tramitación.
3. Asegurar una formación de los profesionales vinculados con estos dispositivos que favorezca su máxima implicación con los potenciales beneficiaros y alimente su vocación, así como desarrollar todos los medios necesarios para reducir al máximo la arbitrariedad.
4. Explorar vías similares a las del padrón único (como el que está en vigor para solicitar escuelas) para que no se corten ayudas ni haya dificultades para solicitarlas en función de donde vivas. Asegurar convenios entre Comunidades Autónomas que reduzcan el tiempo para cobrar las ayudas.
5. Promover el empoderamiento de las personas en situación más vulnerable, informándoles de manera periódica y actualizada de los derechos que les amparan.
6. Avanzar hacia un abordaje más colectivo y menos individualizador.
7. Que las ayudas existentes actualmente evolucionen progresivamente hacia una Renta Básica Universal, ya que creemos que sería la mejor manera de salir del encierro de la dependencia y la precariedad en la que te mantienen los dispositivos actuales.